Para ser feliz, no solo es recibir.
Para ser feliz es mejor dar.
Para ser bendecido, no solo es pedir.
Para ser bendecido hay que bendecir.
Hay un ser supremo al cual hay que honrar
Y siempre hay un necesitado con quien compartir.
Sirviendo al necesitado también se sirve a Dios.
Por eso, para ser feliz, es mejor dar que recibir.
Autor: Dr. Juan de Dios Aceituno Veliz.